La poesia y los días

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La escritura hija de los días. La que inventa al día, le da sentido y sustento y la que los días crean a su imagen y semejanza. Toda imagen que conmueva, que desordene los sentidos y sea capaz de convocar al desasosiego, al diálogo interior que es justificación de todo autor. La palabra que sobrevive, y en consecuencia, se distingue de la otra endeble, que cae al piso como hojas desmayadas. Posiblemente tendrá cabida otra tentativa: La que no provine de la experiencia personal; sino de la que se hace colectiva, nos elige de morada pero que nosotros no vivimos y llega como un eco de otro tiempo.

Ese será el acento de esta escritura, de allí su virtud y tragedia. No defenderemos ni una ni otra.

Frente a lo cotidiano y su contrario, habita el asombro; en este caso, la palabra que está por escribirse. No fumamos de lo concluido...

APUNTES IDEAS EJERCICIOS Y CRÓNICA DEL MÁS LARGO VIAJE DE LA UTOPÍA

sábado, 28 de abril de 2012

Cartas y poemas a Pelusa, la muchacha más bonita de Bello Caribe


La Habana, 14 de febrero de 2012

¡Querida Pelusa!

Cuando llegué a casa un vientito gris trajo las más bonitas praderas de tus ojos. ¿Sabes? cuando me viste de medio lado, palpé en tu mirada, la casa, esa casa, la otra, donde yo fui dichoso... Hubo un momento que te sentí extraviada y vino a mi imaginación la mata de las flores de papel. Sentí ganas de salir corriendo a buscar una bolsita de rositas de maíz y llevarte al cine a presenciar la más conmovedora historia de amor. Me provocó invitarte a caminar La Habana, contar las estrellas de la bahía que son más hermosas que la del cielo. ¿Sabes?, Pelusa, no puedo decirte que tienen tus ojos de la bahía, pero existe en ellos un encanto que me empujan hasta esa limpidez de sus aguas cuando el viento se arrastra en ellas y el sol es de oro... Puedo hablarte del prado ¿qué le arrancaste y cargas contigo? Ahora mismo pienso en el malecón, en el bulevar de Obispo y encuentro un rastro de ellos en el movimiento de tu mirada...
Pelusa: te imagino descalza caminando la última línea del mar que no se cansa de golpear el malecón... Le imploro a los pájaros que no dejen de parecerse a ti, que no dejen de nombrarte, que la tarde y la noche sean una misma especie y se abra en cortinas que guarden la más hermosa de tu imagen...
Pelusa, ando detrás de la luna, viéndote allí donde el cielo es menos intenso pero más cálido.
                                                                                                                        Miguel


La Habana, 16 de febrero de 2012

Pelusa:
Indíqueme por favor un número de teléfono donde pueda llamarla ¿Le parece? Mañana escribo algo para Ud... ¡Gracias Pelusa!
Miguel


La Habana, 17 de febrero de 2012

Pelusa:

Te dejo esta línea de sombra,
de cielo,
de bahía,
de copa de vino,
de noche que no cesa,
de sol amable,
de lluvia triste,
de soledad acogedora,
de deseo infinito de tenerte y acariciar todo tu cuerpo,
por parte, hasta verlo estremecer...

Sí, de pecho abierto, quiero ver desplegar tu cuerpo de mujer dócil...

Quiero verte soltar el más entusiasta gemido de amor…
¿De qué color son tus ojos cuando entregas tu cuerpo
y la inmensidad se hace en ti?
me desborda el deseo
si pudieras venir hasta mí con el atardecer en la mirada y el mar en la espalda
Si pudiera guardarte de toda desgarradura
si la noche te trajera dentro de su casa y en sosiego en plan de entregarlo todo recién bañada arreglada como para la primera vez
¿Qué himno más hermoso me entregaran las puntas de tus senos?
¿A qué saben?
si se pudiera, si el mar se despojara de ti un solo instante
de seguro, me escondo de la vida,
de los libros que no me dan reposo
y hasta del vino que me mantiene alegre
me olvidaría de La Habana,
esta que cargo alojada como una piedra,
de la que no quiero separarme ni un instante,
en el basto territorio de mis sentidos
de los poemas que me reclaman su escritura
postergaría cada una de mis urgencias
y me quedaría contemplando la bahía que cruza tu cuerpo
contaría uno a uno tus hembras de cabello
me bebería tus labios traguito a traguito
y me oirías cantar la canción más hermosa de mundo
si la lluvia la veo caer de tu cintura
haz de mí todo lo que tú quieras

Pelusa:
Comete conmigo esta noche una manzana
debajo de una ola por allí por la quinta avenida
Muchachita traviesa no me dejes bajo el resplandor de este desespero
Ven... ven amor mío…


La Habana, 18 de febrero de 2012

Pelusa:

Como no pude verte fui a la bahía... ¿Tendrás ideas cuantas veces le pregunté por ti?
Miguel


La Habana, 20 de febrero de 2012

Pelusa:

Del Morro bajé a Bello Caribe. No hubo una bocacalle que no me entregara algún detalle de tu tristeza, de tu rostro de virgen buena gente. Ahora te recuerdo sentada en la buseta chupándote el dedo, necesitada de un poema. Puedo decirte que allí en borde de la ciudad tomé conciencia de lo frágil de toda existencia. Me llovió el sol de tu mirada... ¿Qué hago con esta urgencia del poema que pregunta por ti, salta de una ola a otra, se esconde de la sombra y entre hojas se abraza a la ciudad de La Habana? Vi un tucusito pegado a una flor. Me dieron ganas de avanzar hasta Pinar del río y cantar toda la noche con Polo Montañez. La próxima vez me escondo y me descubro, me mostraré más interesado por conocer el color de tus labios. ¿A qué saben? Sé perfectamente como se estremece tu cuerpo cuando caminas... ¿Donde andas, Pelusa? En el malecón la vida es más sabrosa, pero también en la plaza de las palomas podemos edificar el jardín más emocionante y contagiante de flores y alegría que ser humano alguno conozca. Allí te quiero llevar agarrada de la mano y gritarle a todos que eres la más inocente de todos mis amores... Deseo que juguemos a los niños colegiales y compartamos merienda y sueños. Que veamos pasar el mundo como algo ajeno. Mi sueño es que agarrado de las manos tomemos el tren y nos bajemos en Santiago de Cuba. De aquí regresemos a Santa Clara y vayamos a Yajaguay. Que nuestro vida sea el viaje, los viaje, el inacabado viaje.
Tenía necesidad de decirte que hoy también pensé en ti.... Qué esta soledad se justifica porque a cada instante puedo percibirte sentada al lado de tu amiga, detrás de una mirada larga, profunda, melancólica, inocente, como de flores. Mañana visitaré al framboyán del patio de mi casa y le hablaré de ti, es decir del mar, de sus tonalidades azules, de lo que encierra su inmensidad y lo indescifrable de ella. Iré al malecón a buscarte, a preguntarle si te ha visto... Ojala pueda tenerlo en la cabecera de mi cama algún día, aunque sea un instante ¿Qué otra cosa puede ser la existencia de un ser? Te vi, me colmaste de felicidad y partiste. Tenía tiempo que la vida no me trataba bonito.
Miguel


                                                                                La Habana, 20 de febrero de 2012

¿Me puedes dejar un número de teléfono donde pueda llamarte?


La Habana, 20 de febrero de 2012

Pelusa:

¡Gracias! No te imaginas la alegría que me causa el solo hecho de escucharte... Sobre mí puedes averiguar todo lo quieras... ¡Qué bonito ha sido esta historia que apenas comienza! Aspiro verte dentro del recuadro de los seguidores de mi blog... Serás aceptada con gusto y te imploro que lo hagas... Ojala llegue el viernes pronto, aunque juego a que sea mañana o pasado... Ojala el azar así lo permita...
Toda la mañana pensé en ti...
Miguel


La Habana, 21 de febrero de 2012

Pelusa:

¿Podemos enamorarnos bonito? Ya yo lo estoy ¿y UD aún tiene miedo?


La Habana, 21 de febrero de 2012

¡Querido amor!

Aquí estoy esperando por ti. Buscándote ¿sabes? en los más hermosos lugares de La Habana... Vengo de presenciar el mar, de preguntarle a la bahía porque desconfías de mi amor...
¿Qué puedo prometerte?
Amarte como lo desea mi corazón, como me lo grita mi sangre...
¿Qué eres una más?
 "Eso", la única que lo puede impedir eres tú: Te ruego que me cortes las alas y me ates a lo más recóndito de tu alma, de tus sentimientos, que me enseñes a mirar por tus ojos, que la vida no tiene sentido si cada uno sigue por su lado; que me hagas sentir inmensamente hombre como nunca nadie pudo hacerlo... Qué te desbordes en mí y la inmensidad nos convierta en un ser de dos piezas; me ayudes a comprender un poquito al mundo y devolverle a la noche palabras luminosas con olor a tu sexo...
Me ayudes a descifrar de cada picachito de luna, otra excusa para celebrar tu gracia de mujer única.
Si te lo propones y lo deseas, Pelusa de mis ansias, puedes hacer de mí el hombre que ambicionas...
                                                                                                                        Miguel


La Habana, 22 de febrero de 2012

Querido Amor:

Yo no necesito conocer de tu biografía para amarte. Te quiero como eres y eso basta. Basta como te vi la primera vez, cuando tu mirada me atrapo irremediablemente. ¿Qué deseas saber de mí?... Amor mío, chiquita hermosa, para mí lo más importante es lo que siento, lo que mi corazón permitió entrar de ti en él, lo demás son asuntos secundarios que no incidirán jamás en mis sentimientos. Pelusa, tal como yo entiendo el amor, lo único que cuenta es lo que uno siente, lo que nace sin uno hacer ningún esfuerzo... No soy de los que aman por lo que ella es o representa; soy de lo que aman por lo que siente, por lo que juntos podemos ser, por el otro ser que nace después del encuentro... Si tal vez lo supieras, como mi conciencia, cuan infinito es este deseo de amarte que me quema, no te hicieras rogar tanto y vinieras en actitud dócil hacia mí. Por ahora, te seguiré buscándote donde posiblemente jamás te encontraré. En contrapartida me queda lo que estos lugares me brindan de ti: una imagen jamás vista por ningún hombre. Chiquita, esto que siento por ti, es muy hermoso y por estar lleno de buenas intenciones, a ti te parece imposible. ¿Qué puedo hacer? Si solo el deseo no es suficiente, ¿de qué sirve el amor? Debo darte las gracias por todo esto, este estado de conmoción interior, que tú, Pelusa, lograste en mí... Pasé la mañana pensándote...
Hoy la bahía lucía un traje de azul extraño, la vi de lo más coqueta, con una inocencia como brotada de tu mirada...
Yo también sueño contigo y de lo más lindo mi amor...
 Llévame a mirar la bahía agarrada de mi mano...
                                                                                                                        Miguel


La Habana, 23 de febrero de 2012

¿Sabes?... Pelusa: Me desperté pensándote, sintiéndote hermosa... Gracias, por las fotos. Las estuve acariciando hasta el amanecer... Si sientes deseo de hablar conmigo llámame al 5271967. Hoy tengo más ganas de acariciarte, de besarte, de hacerte la más feliz de todas las reinas... Dime aunque sea que me quieres un poquito y que me deseas como yo a ti...  Yo, tu amor, mi chiquita bella...


La Habana, 23 de febrero de 2012

¡Amor! ayer estuve fuera de La Habana... Me hizo demasiada falta no hablar contigo... Si puedes me llamas al 52791967. Espero verte hoy, Chiquita bella.


La Habana, 28 de febrero de 2012

Te amo loquita mía... Te adoro... Te amo y te amo... Te adoro... Qué lo grite el mundo: te amo.


La Habana, 28 de febrero de 2012

Un besito para mi gran amor... Y otro más. Y junto a él el deseo de gozar todo cuerpo, toda tu belleza...
Miguel


La Habana, 1º de marzo de 2012

Sólo una línea que le entregue a mi amor, mi palabra de sueño, mi deseo de tenerla, de abrazarla, de no saber que hacer con ella, de vivirla como se siente una angustia, de verla como la mar y penetrar su hondura... Me provoca besar tu mirada: anoche descubrí que las olas que la conmueven. ¿Quién te hablo de ellas si no yo que ahora mismo las palpo y siento? ¿Qué parte de tu cuerpo no conozco? Hay todavía algunos territorios que me resultan extraños. Deseo conquistarlos. Besé tus senos y se comportaron como una gaviota asustada... Quiero entrar hasta lo más hondo de tu interior, entrar a tu alma como se entra a la mar: ¿me lo permites amor mío? Qué tu sexo me escriba la hermosa carta con que mujer alguna pueda distinguir a un hombre. ¿Dejaras que conquiste todo tu cuerpo por dentro y por fuera? Tráigame flores de framboyán, una palma que tenga su cabellera y un poco de tierra, de los laos del Morro, donde descanse de la impaciencia, bajo este resplandor de angustia, de saber que viene pero que todavía no ha llegado a mi encuentro. Hoy pisaré las calles de La Habana con cuidado y de seguro tomaré por asalto sus ríos, sus bordes de puerto, su bahía, sus ríos, sus plazas, sus bibliotecas, sus museos, sus templos... Ud. que tiene algo de esa hermosura, me enseñara el rostro oculto de la otra ciudad, el vínculo que ata irremediablemente, la mar aun, que nadie ha visto... ¿Que tiene la mar que Ud. no tenga? UD me hizo otro hombre... el más dichoso, el que lo tiene todo, teniéndola a UD.


La Habana, 15 de marzo de 2012

Sólo una línea que te diga el inmenso deseo que abrigo de tenerte, la necesidad de escribirte que eres la mujer más bonita del mundo, que después de ti, no existe nada si no el desierto (el más aburrido de todos); una línea que te exprese que soy un tonto, porque sé que no puedes quererme como yo lo demando y aún así me entregué a tí, a la idea de quererte, como ya no pensaba hacerlo con nadie... Gracias por eso, mi Pelusa... Ayer te busqué donde me diste un beso como nadie me lo había dado. Me sentí en el mar, entregado al infinito. Ojala alguien te retribuya lo que yo siento por ti...  ¿Qué bonito es querer, que bonito cuando la inmensidad se desborda en uno? Ya no me quejaré de no tenerte: sólo me reprocharé de que pase un segundo y no te tenga presente en algunos de mis sentidos... Ayer me cansé de preguntar por ti por los lados del Floridita... Hoy, en algún lugar, un corazón ardiente, de un tonto enamorado, espera por ti, en algún sitio de La Habana... Ojala puedas querer a alguien como yo te amo, como yo te deseo, con este calor que me hace regresar a la vida y de escribirte así como no puedo escribirle a nadie... Si se pudiera caminar el mar, si fuera posible agotar la inmensidad, si la felicidad estuviera reservada para mí aunque sea un segundo, si se pudiera yo entrando a una iglesia contigo agarrada de la mano, de UD convertida en la más princesa de todas las novias... Por favor, ayúdeme olvidarla, no así tan de prisa como UD quiere, si no así como cuando se elije la muerte como castigo y se prepara... ¿Sabes? Pelusa, En una revista Carteles del último año de los cuarenta, ayer miré una joven actriz de aquellos años... Sigo creyendo que eras tú... La acaricie con mi mano y la besé... Sentí la misma sensación de cuando me besaste delante de todo el mundo, frente a la catedral... Cómo no te veré, hoy tampoco, en esa revista o cualquier otro legajo del Archivo, donde estaré, se me irá la mañana buscándote y viéndote... Ojala me acompañe la brasa viva de estar esperándote y tú llegues de pronto y me digas, amor, vengase, vamos a casarnos, porque quiero ser tuya como lo deseas amor... Jamás alguien fue un deseo tan inmenso más allá de una penetración. Yo te amo como se ama a Dios, aunque no lo conozco... Por ti conozco el infinito y el desborde... Vales más de eso: Este sabor que me dejó tus labios, tu dos pezones a punto de romperse, tu olor de mujer fértil, la mancha que dejaste en mi cama, ese deseo que no pasa y se vuelve ola, embarcación pequeña porfiándole a la tempestad... ola que se estrella y apaga, se retira y viene con más ganas... ¿Qué sintió UD cuando puse mi mano en tu herida que solo abres cuando deseas ser mujer única? La limpiaste a mi gusto, como se limpia la tierra de la hierba... ¡Gracias por consentirme aunque sea esa vez! Yo, tu amor... mi Pelusa adorada...


La Habana, 19 de marzo de 2012

¡Gracias mi vida! ¿Por qué te quiero tanto amor mío?


La Habana, 19 de marzo de 2012

TE quiero TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO TE QUIERO

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