¡Así son las sabanas apureñas!
Foto (Desconocido).
DIÁLOGO CON O’LEARY
BOLÍVAR EN LOS POTRERITOS MARREREÑOS
(Crónica)
ya en mi
casa
el tomo
27 de O’Leary
ocupa
puesto debajo del chinchorro
el
chinchorro tejido por mi madre
a mi
gusto con mi nombre estampado
hace
tres años que yo dejé
ese
libró allí
y a mi regreso el
libro está allí
—¿Madre?...
—Ud. lo
dejó allí. Nadie tocó eso…
—¡Madre
te amo!
y llegó
O’Leary
y yo lo
puse al día
con los
cuatro escritores dublineses
que son mis amigos
y ya en
confianza O’Leary me dijo
sobre el
año 19
—Una de
las campañas
más memorables
de la guerra de independencia
Y sin
ningún alarde enumeró
—Tenía
Bermúdez
en Maturín
seiscientos hombres
(reclutas los más)
Zaraza y
Monagas tenían sus guerrillas
maniobrando
en los llanos de Barcelona
y en la
parte oriental de la provincia de Carácas.
—¿Y a
estos se llamaban el ejército de Oriente?
—¡Yes!
Esta
fuerza irregular …
se
llamaba el ejército de oriente
—Así no
más… Ud. escribe
—reforzada
con algunos destacamentos
sacados
de los hospitales de Angosturas
y
pueblos circunvecinos
—¡No
sólo eso! ¡Yes! … ¡Right!
obrando
a las órdenes del general Mariño
se
considera suficiente defensa
de Angostura contra toda invasión.
—¿Y qué
lugar ocupa el general Urdaneta?
—¡Ah!
¡Yes!
Veo que
Ud.
conoce
línea por línea
las Memorias…
lo
nombraron comandante
de
los auxiliares británicos
que se esperaban
por
momentos
en
Margarita
Y no
olvide
—el
general Santander
ocupaba a Casanare,
por orden de Bolívar…
—Páez
ocupa a Apure…
¿Y el ejército invasor…?
—El
general Morillo ocupaba a Calabozo
á la cabeza
de
cerca de siete mil
hombres
de
todas las armas.
—En
términos militares
¿qué hacía la diferencia?
—Oponían
los independientes un ejército
inferior en número y en disciplina
sólo superior
en caballería…
—Páez
testimonia
que mandó
a incendiar
a San Fernando
— á la
sazón
en que
Bolívar
llegaba
á San Juan de Payara,
Morillo
cruzó el Apure
en
el paso de San Fernando
el 24 de
Enero de 1819,
sin
encontrar la menor oposición,
por la
timidez del coronel Figueredo
—¿Cuál
era la tarea por cumplir de este coronel?
—tenía
encargo de observar sus movimientos
é
inquietarle caso de efectuar el paso.
—¿Cumplió
esa tarea a cabalidad?
—Este
oficial redujo á cenizas la población…
—¿A San
Fernando?
—¡Yes! y
se retiró
cuando
se aseguró
de que
el enemigo avanzaba.
—¿Dónde
se encontraba Páez?
—El
general Páez evacuó á San Juan de Payara…
cruzó el
Arauca en el paso del Caujaral
y
estableció allí su cuartel general,
después
de fortificarlo
y
montado siete piezas de artillería
á orilla
del río frente al pueblo.
—Así
comenzó
entonces
la invasión de Morillo
¿sin
ningún contratiempo?
—Morillo
marchó enseguida hacia el Arauca…
por
cortos días
el cuerpo principal
de
su ejército
se
detuvo en San Juan de Payara…
—Por lo
visto este general no conocía el miedo…
O’Leary
me dice todo con la mirada y agrega
—El 2 de
Febrero, estando en el Caujaral,
cambio
algunos tiros con los independientes
—¡Ah
caramba! ¿Páez permaneció en su sitio?
—Morillo
el 3 hizo una marcha de cuatro leguas
hácia la cabecera del río
y lo
cruzó por el paso Marrereño,
al cual
dio el nombre
de Nuevo paso del Rey.
—¿Ya
entonces ambos generales
tenían
el Arauca a la retaguardia?
Morillo
buscaba a Páez
y Páez retrocedía
¡Esa era
la orden superior! —me imagino
Páez al
saber la noticia… ¿Qué hizo?
—tuvo
que mandar retirar á Anzoátegui
con la
infantería y artillería
sobre la Mata Casanareña,
á pocas
leguas á retaguardia.
—Una
breve digresión
¿A
qué llamaban los llaneros
Mata
Casanareña?
—A una
pequeña isla formada
por dos rebalsas profundas
en que se depositan
las aguas de las lluvias,
pero que en la ocasión estaban casi secas.
—¿Y en
esta Isla pensaba Páez resistir a Morillo?
—Páez
reconoció
pronto
que la
posición era insostenible
—¿Me
dice que era imposible para Páez?
—no
habría podido resistir en ella
por medio hora á la infantería
española.
—La
orden que recibió Anzoátegui
de continuar su retirada sobre el Orinoco,
confirma
su parecer…
¿Qué
resolvió respecto a su caballería?
—Páez resolvió
estarse á la vista de Morillo
—Ya
sabemos
que esa
es su única
ventaja sobre el enemigo
—pero no
se olvide del perfecto conocimiento
que
tenía del terreno.
—Ya
entonces no es una sino dos las fortalezas de Páez
—Sí.
Omití la segunda al inicio de mi escrito.
—Y del
paso Marereño o Nuevo paso del Rey
¿hacia
dónde se movió el ejercito del Rey?
—El 5
ocuparon los españoles al Caujaral
—¡Pero
este hombre no se dormía en los laureles!
—¿Quién?
—Mr.
Morillo…
O’Leary
con cara afirmativa
me dice
que en tres días pusieron
en estado de defensa
al
Caujaral y además
aseguraron su comunicación con San Fernando…
—¿Con
San Fernando? le repregunto
y la
respuesta fue la misma.
Entonces
yo le comenté
¿Es
verdad lo de Páez
que
comenta el Capitán Vowell?
“Yes.”
Yo también lo refiero.
—¡Por supuesto!
—le digo.
Y un
tanto complacido añade
—Páez en
persona acosaba
al cuerpo principal del enemigo,
y le
desafiaba en las marchas
y áun en
sus mismos campamentos.
—Vowell
refiere que Páez colocó a Rangel
en San
Juan de Payara para cortar la comunicación
con San
Fernando…
—¡Seguramente!
Yo manejo la información
que El día 8 destacó un piquete
al mando del intrépido Aramendi
—¿Qué
recuerda
Ud.
de las
singularidades
de Aramendi?
—¡Nada
menos! el primer lancero
y el jinete más
experto del Apure…
—Decía o
escribe Ud. que el piquete Aramendi…
—¡Bueno! Yes. Ese día…
penetró
en el campo del Caujaral
—Y no
sólo eso…
—¡Yes! reconoció detenidamente el ejército realista,
y al verse atacado por una fuerza superior,
se retiró en buen órden, sin pérdida alguna,
pero no sin ocasionarla á sus perseguidores.
—Páez
parecía convencido de que Morillo
no
cruzaría el Arauca… Y no sólo lo cruzó
persiguió
la infantería por buen trecho…
—Morillo
continuó su movimiento el 9…
—¿Hacia
dónde Mr. O’Leary?
—siguiendo
la pista á la infantería independiente
—pero con Páez en constante acecho —escribe
Ud.
entonces
reparo en la imagen: “soledades hostiles.”
y me la
reservo…
Y cómo
para retomar el diálogo
mentalmente
paso de una a otra línea de O’Leary
—A
medida que se retiraba la infantería patriota,
la
caballería incendiaba las sabanas…
—¡Yes! …
privar de forraje á la del enemigo.
¡este es
el arte de la guerra!
—Páez
además había tenido el buen acuerdo
de
arrear á lugares distantes
los
ganados que encontraba en el tránsito
—¡Doble
objetivos! Y repare
que
solamente dejaba
las partidas cerriles á la vista
—¡Entiendo!
Un tercer objetivo
cansar á los jinetes enemigos
en sus inútiles esfuerzos
—¿Cuál
fue entonces la ganancia
de
Morillo después de ubicarse
a espalda del Arauca?
—Morillo
sólo encontró hambre
y
devastación en su marcha
de Arauca á Cunaviche.
—¿Puede
decirse que los patriotas
plantaron
una estrategia militar correcta?
Primero
evitar el cuerpo a cuerpo con Morillo
y luego,
aislarlo en las soledades inhóspitas.
—Bueno,
ese adjetivo, no es mío
yo
escribo “soledades hostiles.”
“yes”,
Morillo al mes de cruzar el Apure
adquiere
conciencia de lo inútil de su estrategia
y fíjese
que Con admirable destreza
burló la
infatigable vigilancia del enemigo
y repasó
el Arauca sin pérdida alguna, el 25 de Febrero
—No sé
si Vowell o Páez atestiguan
que marchó por la orilla del Arauca…
—Yo tuve
el honor de hablar con Morillo…
Morillo, después de algunos días
de
descanso en San Juan de Payara,
y
después de reforzar
la
guarnición de San Fernando,
marchó sobre Achaguas, y la ocupó el 8 de marzo.
—¿Y ya
en Achaguas que hizo?
—tomó
todas las medidas
recolección de ganados
y mandó
a construir flecheras
—dominar
los ríos ¿All Right?
Emocionado
O’Leary me sirve un té
—Ya para
este momento
Bolívar
remonta el Orinoco
—¡All
Right, Mr. Pérez!
El 11 de
Marzo Bolívar se reúne
se
reunió con la infantería
del general Anzoátegui…
—¿Eso
fue donde? ¿En qué parte?
—En Araguaquen…
sitio
próximo al Orinoco,
donde
desemboca el Arauca.
—Vowell
dice que Bolívar esperaba por un refuerzo…
No sé.
Algo así de un contingente
que
Urdaneta debía conducir
hasta Angostura
—trescientos
ingleses acompañaron
al
presidente
desde Angostura
hasta San Juan
—Pero
antes de llegar a San Juan…
—¡Very
well! Mr. Pérez
el
batallón extranjero creció
con la
incorporación de los ingleses
alistado
en los batallones criollos.
A este cuerpo auxiliar lo mandaba
el mayor Juan Mackintosh,
y se le destinó á la división
de Anzoátegui.
—El 11
de marzo Bolívar
está en
Araguaquen
e
incorpora a su ejército
la
infantería de Páez…
Ahora ¡bien!
Mr. O’Leary
por la
comunicación
del presidente Bolívar
marzo 17
de 1819
dirigida
al Vice-Presidente Zea
Bolívar
dice en primera persona
—voy volando sobre Morillo,
“Aprovechándome
de las circunstancias,
á quien
no dudo destruir,
si nos aguarda en sus posiciones
de la
isla de Achaguas”.
Achaguas
está en la mente de Bolívar
pero el
está en el Hato El Polvero,
cercano
a Cunaviche,
y viaja hacia
San Juan de Payara…
—¡All
Right! En Cunaviche, el general Páez
a la
cabeza de su caballería victoriosa
se
reunió con la infantería.
—¡Si,
así está escrito!
Me
parece leerlo de nuevo.
—El
ejercito pasó el Arauca en el Caujaral,
y
dejando á la derecha á San Juan de Payara,
guió hácia el cuartel general de Morillo.
…determinó
Bolívar atacar
un cuerpo enemigo
separado del principal,
acuartelado
en La Gamarra,
hato
situado á la izquierda del Apurito
y como á cinco leguas de Achaguas.
—¿Y qué
pasó Mr. O’Leary?
—¡Mire!
… Sin ser sentido y á marchas forzadas
se
aproximó á La Gamarra,
y en la mañana del 27 de
Marzo
sorprendió las avanzadas del enemigo
y las hizo tocar retirada.
—¡A ver!
Dígame, por favor quién dirigió…
—Dirigió
el ataque el general Páez en persona.
recuerdo
que El batallón Rifles recibió la órden
de penetrar por el camino principal,
hasta el edificio donde el coronel Pereira
estaba apostado con el
regimiento de La Unión
y un escuadrón de caballería…
—Ud.
dice que siendo completa la sorpresa
del
rodeo que el batallón Barlovento
ejecutó
sobre la derecha del enemigo
—los
realistas hicieron obstinada resistencia
y en
consecuencia,
—Contenido
el ataque de Rifles
y
rechazado el de Barlovento,
a falta
de pertrechos, los patriotas,
se
replegaron a esperar el refuerzo ya
enviado
pero los españoles cruzaron el Apure en canoas
y efectuaron su retirada en buen órden
y
casi sin quebranto…
Tres
circunstancias sorprendieron a los patriotas
—Los
guías del batallón Rifles
al
primer tiro
abandonaron
al
comandante Pigott
que nada
conocía del camino
—En
segundo lugar,
los
indios que componía a este batallón
no
dominaban muy bien el rifle
—Y Tercero,
el general Páez
cayó
durante la acción,
con uno
como ataque de epilepsia
de que
desgraciadamente sufría.
—Se
invirtieron entonces las cartas…
—¡Naturalmente!
Este revés desvaneció
las esperanzas de
Bolívar
pero Al
siguiente día pasó el Apurito
y se acercó más á Achaguas…
—pero
¡claro! ya sin el pertrecho
de sorprender á Morillo en su cuartel general.
—¡Yes!
Morillo…
reunió sus tropas
y salió en solicitud de Bolívar.
—Ud.
habla del gesto de Morillo…
—¡Yes!
¡Yes! I consider
Bolívar
tomó posicione
á
la margen izquierda del Arauca.
El
español acampó en frente…
—¿Los
separaba el río?
—pero ménos acucioso de cruzarlo
en esta vez que en la
pasada
Y
O’Leary se ríe
—homenaje
que rindió sin duda…
—¿Fue
esta la antesala
de
las Queseras del Medio?
—Le cuento.
El 2 de
abril se ordenó á Páez
hacer un reconocimiento
de las posiciones enemigas.
—Y Páez
escogió entre sus jinetes,
y principalmente entre los oficiales,
150 de los mejores lanceros
(—en
realidad escogió a 149)
—que,
montados en los caballos
más lijeros del ejército
y con él
mismo á su frente,
llevando las sillas en la cabeza,
se
lazaron á la rápida corriente
y ganaron la ribera opuesta
en un punto sobre la derecha
del
campamento realista.
O’Leary
me ve…
No
demoro su pedido
—Dividiendo
al instante sus hombres
en tres
pequeños grupos,
dirigióse
á toda brida hácia el enemigo.
—¡Stop!
Perdone. Siempre
me traiciona el inglés
—Morillo
fue víctima de un mal calculo
—Al ver
Morillo este movimiento,
juzgó
que todo el ejército había pasado el río,
y
formando el suyo en órden de batalla
se
adelantó al encuentro de Páez
con su caballería y algunos infantes
—¿Pisó
el peine Morillo?
O’Leary
celebra la frase
y
emocionado dice con las manos
que Páez
emprendió la retirada
pero al
ver cuajada
el gran
trecho que separaba
a la
caballería enemiga
del
cuerpo principal
—volvió
caras de repente
y cayó sobre ella
con
tanta intrepidez
que la
obligó á retroceder
sobre su
infantería y artillería,
matando
á cuantos opusieron
la menor resistencia.
Por la
otra parte,
—La
infantería española,
formó en
cuadro,
procurando
así
proteger
la retirada
de los Húsares
y
Dragones fugitivos,
en tanto
que la artillería
rompió
un fuego vivísimo
contra
los valerosos llaneros.
—Páez
refiere que Bolívar
lo dio por muerto.
—¡Bueno!
La noche puso fin al combate…
pero los realistas estuvieron sobre las armas
hasta el día siguiente amparados por el bosque.
—Ud.
dice que
El
4 levantó sus reales el general Morillo
y contramarchó á Achaguas,
donde
reconcentró sus fuerzas.
—Esto es
así porque
Los combates de La Gamarra
y de las Queseras del Medio
le desalentaron
y justificaron
la necesidad de evitar
en lo posible
peleas aisladas con los patriotas.
O’Leary sirve
un té para él
y otro
para mí.
Aprovecho
y le comento
la
emboscada de San Juan de Payara
que
refiere el Capitán Vowell
—Prolijo
… sería entrar …
en los
muchos lances
de esta
campaña
entre
las guerrillas independientes
y
las tropas españolas…
—tenga
presente —me confía O’Leary
que algunos fueron verdaderos prodigios
de
valor personal,
qué bien merecen el honor
de figurar en la
historia patria.
Una cosa
es cierta,
—Durante
la estancia
de Morillo en Achaguas
no pudo tener expedita
la
comunicación con San Fernando,
bien que
puso esta plaza
en el
mejor estado
de
defensa
contra cualquier golpe de mano.
Y
entonces me contó
una
página que nadie menciona
—En
cierta ocasión
salió de Achaguas
un
convoy protegido
por
trescientos hombres
entre
infantería y caballería,
teniendo
que atravesar por país
cubierto
de bosque y maleza.
Y junto
a él repito:
De
repente se vieron atacados
por la
guerrilla del coronel Muñoz…
—Tres
veces les cargó Muñoz
y otras
tantas fué rechazado.
Guardo silencio.
Soy todo oído.
—En una
de estas cargas
el capitán Bolívar,
valiente
oficial de hercúlea fuerza,
rompió las filas enemigas…
(O’Leary
se lleva el té a la boca.)
—pero por desgracia fue herido gravemente
y animado
por la lectura de su párrafo
y como
quien narra lo visto, añadió
—herido gravemente por un lancero
y todavía con la lanza clavada en el pecho,
hundió la suya en el cuerpo de su adversario,
que cayó exánime en el acto.
Sigo
leyendo con temor que
—El
capitán entónces,
se abrió
paso por entre los enemigos
y volvió
á ocupar su puesto
arrastrando
aún
del pecho
la
terrible arma.
—Procedieron
entonces los llaneros
a su
recurso favorito:
echaron
fuego á los bosques,
y la
guerrilla de Muñoz
después
de apoderarse
de
la correspondencia
y de dispersar al enemigo,
regresó
al cuartel general.
Lo
recuerdo bien
esa
era la tarea de Rangel
—desde
el principio
y
durante toda la campaña
El
coronel Rangel se distinguió
en muchos encuentros,
Por lo
común se mantenía
á retaguardia de Morillo,
quitándole
los rezagados,
alejando los ganados
y
alarmando su campamento
durante la noche.
—Mire
—me dice O’Leary
después
de las Queseras del Medio
Tuvo
informe Rangel
de la
presencia en Nútrias
de un
fuerte destacamento
de caballería é infantería
y hacia
allá marchó
—¿Y qué
pasó?
—Quería
decirle
que a su
regreso
un pequeño piquete de su cuerpo,
dio de repente con el escuadrón de Guías…
Este
escuadrón escoltaba
al general La Torre de
camino para Barinas,
se apoderó de sus equipajes
y puso en libertad
á los prisioneros que conducían.
—Después
de las Queseras…
ambos
ejércitos lucen desconcertados.
¡Nadie
sabe dónde está el enemigo!
—Y yo
digo que esto es así.
Cuando
se retiró Morillo á Achaguas,
Bolívar
marchó
por algunos días
orillando el Arauca,
y el 8 de abril pasó
con la infantería
y algunos escuadrones
mal montados á la ribera izquierda…
—Dice
Ud. que atraído por el fin
de recoger ganado de un hato
á poca distancia del paso.
—Mire
—dice O’Leary…
Me le
adelanto y leo
—El 9 al
apuntar el alba,
Bolívar acompañado
del general Páez
y
de su estado mayor,
se
adelantó como á media legua
de la infantería,
cuando observó una nube de polvo
que
se levantaba á corta distancia.
El
cronista de la guerra de Bolívar
muy
satisfecho de mi lectura,
ratifica
que al ver la nube de polvo
precedió
al reconocimiento
á cargo de un piquete de carabineros,
y se vino en cuenta…
que todo el ejército español
estaba
acampado
en
el hato mismo
hácia donde se dirigían los patriotas…
—En
otras palabras, el horror del abismo
se presentó ante Bolívar
No
pienso en la mala suerte.
Pienso en los
ojos de la victoria…
pero
imperturbable O’Leary añadió
(tal vez
no dije nada.
Tal vez sólo aquello
se
cruzó en mi pensamiento)
—al
instante hizo alto
y
tomó posiciones la infantería.
Vuelvo a
leer a O’Leary
en
mis noches íngrimas
—El
general Páez con veinte jinetes…
Me
detengo. Observo el estado de los caballos
Los de
Páez estaban ménos
fatigados que los demás,
Páez
avanza hacia Morillo
Morillo
anda en las misma de Bolívar
—había salido de su campamento
con algunos oficiales
y una escolta de Guías…
A
Morillo que lo creen en Achaguas
lo
encuentran donde no lo esperan
pero a
éste
como al otro
lo embarga la sorpresa
—al ver indicios de aproximación del enemigo…
y así
solo tiene ojos, entonces,
para creer lo que no es cierto
que sólo sería una de las guerrillas
que constantemente
acechaban
la retaguardia
y los flancos de su campamento.
O’Leary
atestigua que
—Su escolta
se puso
á
escaramucear
con
la de Páez
y hasta el mismo Morillo la cargó…
¡fortuna
para los patriotas
y
fortuna para los realistas!
—se detuvo Morillo;
y obró con acierto,
pues al
caer en el lazo de Páez
quizá no habría bastado
á sacarle de él
su reconocida intrepidez.
La nube
de polvo
salvó a Morillo
y salvó a Bolívar
Narra
O’Leary que el coronel Alcántara
lo percibió
todo
Morillo
no descubrió
que allí estaba
la fuerza principal,
de Bolívar
—la
infantería, cansada
por
las marchas y contramarchas
y
sin el apoyo de la caballería,
por el
estado de los caballos,
y muy
distantes de las canoas
en que
habían cruzado
el
Arauca la noche anterior…
Y en
vista… o tal como está escrito
—Bolívar
al notar que Morillo
no tenía conocimiento, ni remoto,
de
su movimiento,
dio órdenes á Anzoátegui
—¡A la contramarcha!
y despachó un oficial
á alistar
las mismas
embarcaciones
que les habían servido la víspera…
En este
momento
el oráculo Alcántara
anunció
la bienvenida
de
un nuevo tiempo
Atrás
quedaba la derrota.
y Después de una penosa marcha,
el
ejército independiente
repasó el Arauca
por allí
mismo
por el
paso que Morillo
en
conmemoración de su hazaña
había
llamado “Nuevo paso del Rey.”
y no fue
hasta el 12 de Abril
que llegó el ejército
al hato Caraballero
—¡Qué! ¿dónde
queda este hato?
—situado
á orillas del Arauca.
pero Era necesario hacer alto,
siquiera por breve espacio…
—Necesitaba
la infantería de un respiro
no lo había tenido
desde la salida de Araguaquen
—Y además
añade O’Leary
era necesario que el presidente
despachase el cúmulo de negocios
… aglomerado durante la campaña.
—Y Los realistas, entre tanto
habían regresado á Achaguas,
pero la caballería llanera
los tenía en constante alarma...
—¡Mr. O’Leary!
creo que
Páez al momento
de
dictar lo que él deseaba
que se
escribiera de su vida
manipula
el próximo movimiento
de
Bolívar diez días después
del
descanso en el hato Caraballero…
—¡Mire
estimado poeta!
El 21 se
movió el ejército patriota
del hato
Caraballero hácia Nútrias,
teniendo
que atravesar otra vez el Arauca.
—Páez
dice que Bolívar pretendía
invernar
en Barinas…
—¡Esa
podía ser una posibilidad!
pero El
objeto de este movimiento
(la amenaza de Barinas)
¡no
busque más! Vea el propósito invisible
de obligar á Morillo…
—¿a
salir de Achaguas?
—Achaguas
le suministraba
toda suerte de subsistencias…
—¿Y de
nuevo está presente
el general invierno
que
derrotó a Napoleón?
—¿Conoce
Ud. esa historia?
¿Con
quién hablo? —Me interroga O’Leary
—Habla
con un poeta enamorado
de la
costa del río en que nació…
Oigo
entre risas que
—Los
realistas, temerosos de la estación lluviosa
… resolvieron
evacuar no solamente á Achaguas…
—todo el
Apure que les había sido tan aciago.
Lo
vuelvo a leer en voz alta
—Pasó
Morillo el Apure el 1º de Mayo.
Saco
cuenta en silencio
hablando
solo
o
conmigo a solas
la
presencia de Morillo
en Apure
se extendió por tres meses,
siete días
y de
estos
Morillo
desde
el 4 de abril
estuvo
en Achaguas
(poco
menos de un mes, en suma)
—O’Leary
me dice que es la hora del vino
y me
sirve del vino que tomaba Bolívar
Yo lo
escucho. Leo…
Lo
quiero sorprender fuera de base
—Morillo
cruzó el Apure
por
diferentes puntos
subdividiendo su ejército.
Sabedor
Bolívar de la operación,
se
propuso perseguir una de las divisiones.
(Lo
descarto)
¡Observo!
El giro a la Nueva Granada
no depende sólo
de
condiciones subjetivas.
Estamos
frente
a
un plan A
y
un plan B
Desgrana
O’Leary
—en caso
que fuese necesario
tomar
cuartele de invierno
en Barinas,
como entonces se pensaba.
se
tomaron medidas
Rincón
Hondo rinde
en
ambas direcciones
y
en otras
—abundancia
de pastos para los caballos
y de
carne por todo alimento para el soldado.
¡Allí
acampa Bolívar!
y Simultáneamente
recibió Páez
las órdenes de picar
la retaguardia del enemigo
con
algunos cuerpos
de caballería
y de recolectar caballos
¡Bolívar
actúa al tenor
de las operaciones
por venir!
En este
momento
entra el
coronel Lara
al
cuartel general
y trae
sal
y
pliegos de Santander
Y es
esta la altura
en que
O‘Leary
nos
remite
a los otros frentes
de batallas
siempre
postergados
subestimados
Dice
O’Leary que Bolívar
mandó a
Santander
á observar á los realistas
de
Nueva Granada
y á favorecer la
introducción
en
aquel país
de cartas, periódicos y boletines
republicanos
¿De qué
otro modo
cunde
el
llamado á rebelarse
de los
pueblos
contra sus opresores?
—Santander
enteraba al presidente
de algunos de sus triunfos
contra
una división española
—Cruzó
los Andes
y
bajó á las llanuras de Casanare.
—¡Santander
provocaba a Bolívar!
—Y después de ocupar á Pore
—Pore,
capital de la provincia…
si así era…
Santander
escribe que
fué compelida á retirarse,
con bastante pérdida...
y
argumenta O’Leary
que el
éxito se debe
á la conducta juiciosa
de este
general
exactamente la misma
que el presidente observó
con tan buen éxito en Apure.
Trato de
situarme
en el
tiempo real
de
los acontecimientos
Vowell
señala
que la derrota
de la
división española
en el
Puente del Brujo
allanó
el camino
de la
salida de Apure…
—Bolívar
contesta
a Santander
el 18 de mayo…
Tal vez
el cuartel realista
conoció
primeramente estos resultados…
Sé que
O’Leary competentemente refutó
la autoría
del plan de Nueva Granada
que se
adjudica Páez
¿Desde
cuándo Páez exteriorizó
un
proyecto de estas magnitudes
si sus
caballos más allá de Apure
resultaban
inútiles?
—la causa de América
de ella
viene hablando Bolívar
antes de
1818
—O’Leary
dice…
¿Tú me
entiendes Miguel Pérez?
O’Leary
escribe
que
entre la carga
que
inclinó la balanza…
—Dígalo
de modo distinto…
Estoy
cansado de ser tu secretario
—¡Bueno!
Uno de los amarres…
¡Bueno!
Bolívar quiere ir a Nueva Granada
porque
entre otros los anima las urgencia
de …entablar correspondencia
con
los patriotas de Chile.
¿El Páez
de esta hora podía entenderse
con
estos interlocutores?
Oigo una
vez más a O’Leary
—Entre los muchos obstáculos…
no era por cierto el menor…
el de inducir á Páez
—al
préstamo…
—¿Así lo
escribí yo?
—¡No!
exactamente. Leo
—á que
prestase su cordial cooperación
en la realización del proyecto…
—¿Y esto
por qué Mr. O’Leary?
—porque
sin la ayuda de los llaneros,
tan amantes de su suelo nativo,
como
opuestos á separarse de él,
nada
podría hacerse.
—Pero
Mr. O’Leary
si Boves
le pedía a los llaneros
que
subieran al cielo
por
las escaleras de la nada…
Los
llaneros armaban las escaleras de la nada
y
dejaban al cielo sin provisiones…
O’Leary
celebrando mi ocurrencia
—¿Y qué
digo yo? —me repregunta
—Páez
mismo, cuya influencia
sobre ellos era tan grande…
los
llaneros…
Me muevo
hacia otra esquina.
—Pero
más importante
de
la llegada de Lara…
—¡Imagine!
…la sal
que trajo Lara
de todos
recibió invitaciones
pero aceptó el ofrecimiento de Anzoátegui
cuya
mesa … era la envidia del ejército.
—Bolívar
habló con Páez…
—¡Sí!
Ud. leyó bien mis narraciones
veo que
todo es de memoria…
Páez se persuadió
ó aparentó persuadirse
de la exactitud del plan
… se
mostró satisfecho
de
su trascendencia…
—¿Sólo
la de Páez
era la única
negativa esperada?
—Ninguna
oposición
esperaba
por parte de los demás jefes.
—Bolívar
levanta el campo de Rincón Hondo
y El 23
de Mayo, en marcha hacia Mantecal,
convoca Bolívar
a junta de guerra…
¿Quiénes
de los jefes del ejército acuden?
Sin
titubeos O’Leary repone
la línea
exacta de su escrito
—Asistieron
á ella
Soublette,
Anzoátegui,
Briceño Méndez,
Carrillo,
Iribárren,
Rangel,
Rook,
Plaza
y Manrique.
—Pero la
junta no tuvo lugar
en Mantecal
¿Conoció
Ud. el caño Caicara?
Casi
como un tropel
las
palabras me suenan como bestias
—En una
choza arruinada
de
la desierta aldea
de Setenta,
á orillas del Apure,
se
decidió la invasión
de
la Nueva Granada.
Oigo una
vez más a O’Leary
—No había una mesa en aquella choza,
ni más asiento
que las calaveras de las reses
sacrificadas
por
una
guerrilla realista
no hacía mucho
y Sentados en esas calaveras,
que la lluvia y el sol
habían blanqueado,
aquellos jefes decidieron
los destinos de la América.
—Tan
fácil como eso
(me refiero al decir)
propuso
Bolívar
sorprender al enemigo
desalojar
a la Nueva Granada
del
enemigo que la ocupa…
Se sabe
que Iribárren,
poco
días después
indujo á
la deserción al cuerpo que él mandaba.
De Mantecal,
á donde llegaron aquella misma tarde,
salió
Rangel con pliegos para Páez…
—A
Bermúdez, Urdaneta, Mariño y Brión
dio las
más mínimas instrucciones,
en las
que nada descuidaba,
nada
dejaba imprevisto
Le
escribe a Santander.
Se
dirige por escrito
al gobierno de Angostura.
—Como un
maestro de la guerra
A
Bermúdez le gira instrucciones muy precisas
—es
preciso que vean en el ejército de oriente
lo que
en el de occidente
valor, táctica y disciplina.
Sigue
diciendo O’Leary
—A
todos, repito, hizo
las más acertadas
prevenciones
no sólo
contribuir a la invasión proyectada,
sino á
las operaciones de las que supone
vientre
de la invasión
Es
necesario tener presente
Bolívar ni por un instante
dudó de su empresa
dudó
del éxito
—él, un
militar de mala suerte
al
frente
de 1.300
hombres
repartidos
en cuatro
batallones
de infantería
—Rifles, Barcelona
y
Bravos de Apure
con
la Legión Británica
y otros
800
repartidos
en los escuadrones
—Húsares, Llano Arriba y Guías
parten El
26 de Mayo,
el
grueso de la tropa
la tropa no conoce nada
—¡Yes!
El
verdadero objeto de la marcha
sólo lo conocían los jefes
—La
estación de las lluvias
comenzó precisamente
este mismo día…
O’Leary
ve hacia arriba
O’Leary
sube una estrecha cuesta sin agarradero
O’Leary
casi sobre las fronteras del silencio
escribe
Y yo oigo el párrafo. Lo busco. Lo exprimo
—en
época posterior hubo muchos
que pretendieron disculpar su desobediencia
(Tengo
ganas de mencionar a Páez pero no es necesario)
—ó
atribuirse la gloria de haber concebido
—el plan
que tan felizmente ejecutó Bolívar,
el mismo
que él había ideado en Casacoima
dos años ántes, cuando todos,
ménos
él, desesperaban del triunfo.
—Perdón
maestro, perdón…
—Oigo
que Ud. mientras habla conmigo
repite
línea por línea la carta de Bolívar
enero 1º de 1817
Ciudadano Pedro Briceño Méndez
y todos los Bravos de los Bravos de Venezuela
Nada falta á mi felicidad sino el placer de abrazar á UU.
Ese día será para mí siempre memorable;
sobre todo,
si conservando tantos laureles
adquiridos,
añaden los de vencedores y libertadores de Guayana.
… empresa tan sublime como importante,
asegurará las anclas de la República,
si nuevas tempestades vuelven á combatirlas.
UU. llevarán los votos
de todos los ciudadanos,
si logran someter el país
que tanto nos ha perjudicado
y que tan útil puede sernos.
Pero, hecho esto,
¿no volarán UU. á romper
los grillos de los otros hermanos
que sufren la tiranía enemiga?
Sí, sí, UU. volarán conmigo
hasta el rico Perú.
Nuestro destinos nos llaman
á las extremidades del
mundo americano.
O’Leary
retoma el diálogo
—La
víspera de la marcha
desertó
el escuadrón Húsares;
pero en
nada desalentó al presidente
ni á los demás cuerpos...
Bueno ya
lo dije…
—A Páez
le correspondió
penetrar en los valles de Cúcuta,
al frente de mil hombres,
por la montaña de San Camilo.
—Y digo
también —observa O’Leary
que Durante
la marcha
del Mantecal
á Guasdualito,
se trató de corromper
la fidelidad de algunos oficiales…
—oficiales de influencia
en el cuerpo llanero
escribe
Ud. exactamente
¿pero conque
fin?
—¡También
está escrito!
deponer al presidente,
alegando … por toda razón
la mala suerte
que parecía
acompañarle
en todos
sus proyectos
—¿Y por
debajo de estas aguas?
—en voz
baja presentaban
la
predestinación de Páez
—Páez
general en jefe
dueño de
la más alta posición
amo de
todas las alturas
Repito
una vez más a O’Lery
— El 4
de junio pasó la división el Arauca
—entró en la provincia de Casanare…
Durante
siete días marcharon
las
tropas con el agua a la cintura…
El 11 de
Junio llegó la división á Tame
—Y llegó
en el estado más lastimoso.
llegó al
cuartel general de Santander,
jefe de la división denominada de vanguardia.
Soublette,
antiguo miembro
del estado mayor de Miranda…
ahora
ere el jefe de estado mayor de Bolívar
por
dentro iba la procesión
Páez
sustituyó a Santander del mando
Anzoátegui
odiaba a Santander con toda su alma…
Santander
a Bolívar
me basta
la conducta
del Coronel
Rook
Contento
con todos y con todo,
especialmente
consigo mismo…
—Nunca
había pasado mejor vida,
decía,
que durante la campaña de Arauca
después
me toco escuchar esta misma palabra
de
labios de mi padre en el hotel central
Mi mejor
vida… en el hato San Pablo
En
Pantano de Vargas —Oigo a Gil Fortoul
—Aquí
exceden a todos
en
bizarra emulación
el inglés y el llanero Rondón
En la primera
carga Rook cae herido
Amputado
de un brazo da vivas a la patria,
y como
le preguntasen
si
era Inglaterra o Irlanda,
responde
que su patria
era la tierra que le iba a dar sepultura.
a Rondón,
que marcha al frente
de su escuadrón de llaneros,
Bolívar
le grita:
“Coronel,
salve a su patria”.
Rondón
parte al galope
blandiendo
su lanza
y
arrolla la caballería española.
Estos
dos componentes
ingleses
y llaneros
será
decisivos
en
la batalla de Carabobo
y estas
dos jornadas
de
la guerra de Bolívar
además
comparten el territorio
de haber
partido de Apure
y una
sin la otra
no es
nada
Carabobo
sin
el Paso de Pisba
no es
nada
Pantano
de Vargas
y Boyacá
sin
Carabobo
no nada
apenas
otro
gesto de heroísmo
Boyacá y
Carabobo
lo poco
que tenemos
lo que
somos
si Ud.
la separara
Boyacá
es Santander
Carabobo,
Páez
lo poco
que hemos sido.
¡Adiós
Carta de Jamaica!
¡Adiós
Congreso de Angostura!
adiós
los sueños
de ver
en Achaguas
los
carruajes de todas clases
trasportando
lo mismo que
por el camino real
de Aranjuez.